A veces, pero solo a veces, no soy tan
valiente y temerario como aparento, a veces y solo a veces necesito de abrazos,
de que me digan cosas dulces y que me traten como a un niño, a veces no soy tan
inteligente como aparento, a veces y solo a veces me gusta perderme en los
imaginarios estúpidos de los cuales soy artífice, me rio solo; me rio como loco
dejándome llevar por ellos, encuentro poéticas algunas miradas y claro desconozco
lo bien estructurado de la realidad, a veces también me gusta comer helados y olvidarme que ya no soy tan
joven, en ocasiones añoro la tibieza de los cuerpos amados y la humedad de los
labios besados en una noche de lluvia. De vez en cuando, cuando los días son largos y las noches cortas
me hago frágil como una sombra y mientras recorro las calles oscuras pegado a mis
recuerdos anhelo la luna llena para hacerme más claro frente a ellos; quiero
saberme más hombre y menos sueño, hay días,
como el de hoy, en los que me dejo llevar tan solo para comprobar que tengo un corazón que late y un cuerpo que
vibra con sus latidos, pero claro esto solo pasa a veces, las veces en las que
me deshago en anhelos y la música se hace la mejor aliada mientras viajo en el
bus que me llevara a casa, las veces que me pregunto qué hubiera pasado, para responderme preguntándome que pasará