martes, 29 de enero de 2013

The time is now

You're the first thing
And the last thing on my mind
In your arms I feel
Sunshine
 
 
Sin importar lo que suceda solo quiero sumergirme en el momento, olvidarme del ayer y del mañana rompiendo las ataduras de este presente, encontrándote en el ultimo de mis pensamientos al dormir y en mis sonrisas al despertar, haciéndote luna llena en otoño y sol de verano, para al final entender que el tiempo no existe y no existirá si no es a tu lado.

lunes, 21 de enero de 2013

Soon We'll Be Found

Un día aprendemos a hablar con los ojos: con el alma, con las manos: con el corazón, e inventamos mundos para compartir; hechos de día a día, un poco de sufrimiento quizá y un tanto de sonrisas, nos pintamos de colores y hacemos de la vida un circo, nos salen alas y raíces y lagrimas de vez en vez; porque ese es el amor, y nos llenamos de ganas, de fe, de ilusiones y construimos castillos en la arena  o en las nubes, porque sin importar donde estén lo importante es tener algo a lo que podamos llamar hogar, y en medio del idilio nos perdemos para al final darnos cuenta que olvidamos dejar las migajas de pan y que el retorno al mundo real no será fácil, esperamos de la manera más inocente que todo haya sido un sueño y que un mero abrazo nos lleve de nuevo al colorido mundo que habíamos inventado.

jueves, 17 de enero de 2013

Ruido de amor


Que es la vida

Si no la muerte,

Sin locura

Ni calor de sol,

 

Que es el sendero

Si no penumbras,

Sin luz de luna

Ni ruido de amor.

 Giancarlo Cortes C (Colombia)
 
No tendría sentido hablar sobre algo que yo mismo escribí y menos cuando creo que ese algo lo dice todo (por lo menos para mí), hay miles de cosas importantes en la vida, pero solo algunas esenciales: el amor, la locura, tu, yo.
 
Por lo demas, el amor hoy a mi me suena asi:
 
 

martes, 15 de enero de 2013

Y soy más que una ilusión...

  
 
Y si soy más que una ilusión ¿me amarás? Y ¿si mi azul envejece? Y ¿si anochece? ¿Vendrás? Y si cesa la magia ¿la inventarás? Y si huye el misterio ¿me lo dirás? Y si... cualquier cosa pasa ¿sonreirás? Y si... cualquier otra cosa sucede ¿me abrazarás?
 
Angela Botero (Colombia)
 
Cuantas veces hemos deseado perdernos en un abrazo eterno que en silencio nos diga: Todo va a estar bien, mientras con los ojos cerrados sentimos que es cierto?
 

lunes, 14 de enero de 2013

Las Mujeres del Sexto Piso



Fue entonces cuando después de una pausa se besaron, todos los que nos hallábamos a su  alrededor guardamos silencio tratando de conservar el momento: de hacerlo nuestro también, habíamos esperado demasiado para que pasara como para no considerar que nos merecíamos un poco de ese efímero placer, los rostros inmóviles que conformaban el auditorio reflejaban la luz blanca de la pantalla y como un grupo de polillas simplemente se dejaban llevar por lo deslumbrante del momento. Y así me reencontré con el goce de una película un domingo por la tarde, de la buena compañía, de la ilusión de los días venideros que prometen nuevos sueños y hermosos despertares.

 

viernes, 11 de enero de 2013

Thank you for nothing



Llevo ya un buen rato frente a la pantalla en blanco esperando encontrar palabras que se hagan excusas para poder subir la música que por estos días me anda batiendo el alma, no encuentro un discurso que se haga adecuado porque estoy seguro que ellas hablan por si solas, quien alguna vez me obsequio la primera melodía  no tenía ni idea de todo lo que me estaba regalando, no por esa primera canción, mas si por todas las que vendrían después, hablándome de esta vida tan real y que a veces duele pintada por acordes y notas de manera tan exacta a la que mis ojos ven todos los días y a la que mis pulmones respiran, y es que a veces se ama hasta sangrar, se dice adiós sabiendo que no hay nada que agradecer y que al final hay que despertar del cuento de hadas que solo uno se invento para esperar con anhelo la próxima noche e iniciar una nueva historia en la quizá por fin alguien sea capaz de leer en nuestra mirada los anhelos del corazón.
 
 
 

 

miércoles, 9 de enero de 2013

La vuelta al mundo


A decir verdad Calle 13 no es de mis grupos favoritos, ni si quiera se acerca a lo que podría ser uno de los más sonados en mi reproductor de música, sin embargo me ha sorprendido un par de veces, y ha sido de una manera tan categórica que me ha dejado con la boca abierta, casi que de una manera simbólica he tenido que quitarme el sombrero de mis prejuicios y hacer una reverencia frente a tal cumulo de belleza, es como si toda la profundidad que omitieron en todas las canciones anteriores decidieran ponerla en una sola convirtiéndola en una alegoría a la vida. La primera vez que sentí tal emoción con una de sus canciones fue cuando escuche Latinoamérica, las letras, las músicas y las imágenes del video me hicieron estremecer y sentir tan orgulloso de ser latino, que mas allá del implícito un tanto de izquierda de la canción, encontré todo el calado de nuestras raíces y  la esencia de nuestros antepasados, toda la historia que se ha construido a través del tiempo haciéndonos tan únicos y llenos de espíritu, la tradición, el color que nos ronda y el fuego de estas almas valientes, alegres y nobles. Si, evidentemente me gusto, y pensé que esa sorpresa solo me la llevaría una vez, hoy mientras hacía “zapping” en la televisión me encontré con  algo nuevo, ni mis oídos ni mis ojos podían dar crédito a tal belleza, mi habitación se inundo de esos ires y venires de alma que nosotros de la manera más simplista llamamos suspiros y quede absorto frente a tal demostración de sentimiento,  no pude más que pensar  inmediatamente en mis anhelos; en el deseo inmenso de encontrar alguien para quien pueda pintar paisajes, alguien que me quiera tomar de la mano y llevarme de viaje por parajes desconocidos, pensé en las sonrisas que tengo para compartir, en las miradas honestas que no hacen promesas pero que cumplen, en los ojos que son ventanas y en los besos que son alas, fue inevitable entonces cerrar los ojos y decir en voz alta: “Dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo”.

lunes, 7 de enero de 2013

Garden State - New Slang


             A pesar de mi pasión por el cine y los libros, me es casi imposible responder cuando se me pregunta cuál es mi filme o libro preferido, y la respuesta no es tardía porque no pueda escoger, sino mas bien porque no logro recordar, me siento como si solo hubiese visto o leído uno o dos ejemplares y de la manera más retardada empiezo a recordar títulos después de un par de horas, si ya sé que debería ser más fácil,  sin embargo esa no es la peor parte, porque para salir pronto del paso y arriesgándome a pasar por “poco interesante” doy como respuesta uno de los primeros títulos que recuerdo (pero que claro es de mis aprecios),  el problema real viene después cuando yo mismo me hago la pregunta. Ya teniendo preseleccionados unos cuantos filmes  o libros (quizá no lo haya dicho antes, pero algunas veces soy obsesivo, lo que me lleva a querer tener respuestas definitivas incluso para el caso de preguntas irrelevantes como la que aquí se plantea) inicio el arduo trabajo de buscar las razones que para mi pueden hacer  “preferido” a un libro o filme, todo se complica cuando encuentro que ellos son como los padres- y se que la analogía puede gustar- uno no puede concluir si prefiere a su padre o a su madre, uno puede concluir con cual tiene más afinidad o cual le da más tranquilidad o lo consiente mas, pero al final los dos son importantes, gracias a lo que es uno y otro uno es lo que es, pasa igual con los libros y los filmes, cada uno de los que hemos visto o leído y que nos han impactado como para guardarlos dentro de nuestros aprecios nos han aportado algo de alegría, de tristeza o hasta de misantropía y nos han construido poco a poco hasta convertirnos en estos seres que identifican sentimientos y sensaciones de manera tan honesta. Sigo sin responder claro, pero el lector ya entenderá las razones por las cuales no me es posible dar una respuesta certera, y si a mis argumentos le sumamos que a veces se está triste, o alegre o de mal genio y que esos estados eufóricos nos pueden llevar a querer más un filme o libro en determinado momento ( y es que claro es más fácil querer por ejemplo un filme romántico cuando se está enamorado, que cuando se está en medio de una batalla campal con la pareja) podra concluir que la retorica de este texto no ha sido en bano. No obstante siempre hay un “top 10” de los filmes que uno más quiere (puede ser un poco más amplio dependiendo del individuo) y como si fueran hijos a todos se les quiere por igual (Se dan cuenta que son padres y son hijos? No les falta sino ser espíritu santo para ser “divinos”). En mi listado esta Amelie, Paris, La historia de Ptinto (en el blog hay una entrada al respecto), Pi el orden de caos, Bajo el sol de la Toscana, etcétera, etcétera, y también Garden State (Algo en común en español) que es quizá de donde viene tanta palabrería, curiosamente es uno de mis filmes preferidos, pero no suelo recordarlo a la primera, ayer lo vi de nuevo (ya perdí la cuenta de cuantas veces  lo he visto) y me sentí tan entusiasmado como la primera vez, quizá ilusionado un poco, y es que este filme sabe despertar eso en mi, esa inocente ilusión de encontrar cosas perfectamente imperfectas y tan amables, el deseo de conocer al cambiar y quizá de reencontrarse con la inocencia, esa que hace ver las cosas de una manera tan diferente. Tengo que decir que mas allá de todo eso que leo entre líneas en medio de las escenas del filme, la banda sonora es espectacular y que si, desde que la conocí aprendí al escucharla a ver las cosas de una nueva manera y a esperar siempre al alguien con quien inventare una nueva manera de comunicarme, para hablar  ese lenguaje que nace en medio de gestos, risas, besos y caricias y que solo un par de amantes pueden entender. Sin más de este discurso dejo la película a su consideración y como abrebocas parte de la banda sonora New Slang de The Shins.
 
 

domingo, 6 de enero de 2013

ELEGIA


ELEGIA

Caminaba mirando el cielo
y me fui de narices.
A hora echo sangre por todas partes:
l as rodillas, el aire, los recuerdos:
mi falda se desgarró
y perdí los aretes, la razón.
¿No hay en el alma
una manera otra
de vivir un desamor?


Escritor:María Mercedes Carranza
País:Colombia

 
A  veces nos caemos y al instante nos levantamos, sin más ni más seguimos nuestro camino, nos sacudimos las manos y en medio de la mirada expectante de quienes nos rodean (y quienes son además el publico de tal acto circense)dejamos escapar una sonrisa que habla quizá de nuestra desprevenida marcha o de los sueños que nos llevaron a tener los pies un poco más ligeros para al caer  recordar la inexistencia de nuestra etereidad , nuestra voluntad hecha de acero nos hace caballeros y montados en esa sonrisa que se nos escapo decidimos enfrentar la vida. Pero cuando hablamos de amor, bueno eso ya es otra cosa, el desamor simplemente nos deja noqueados en la mitad de la calle mirando pasar el tiempo, como si de un momento a otro toda nuestra fuerza se hubiese ido, nos quedamos allí con el cielo eternamente grabado en nuestras pupilas y el olor de los recuerdos asfixiándonos las ideas, las lagrimas inundan el corazón, y en algún momento este deja de latir: morimos. Sin nuestro consentimiento moriremos cuantas veces sea necesario para aprender a amar, pero sobre todo para encontrar el amor que nos haga inmortales, sin miedo hemos de recorrer el camino una y otra vez para con cada amor perdido encontrar una razón más para volver.







 

viernes, 4 de enero de 2013

Olvido


Eso a  lo que llamamos Olvido es apenas una creación de nuestras mentes en la búsqueda eterna de desprenderse de lo que
en el alma nos quedo grabado de tal manera que al cuerpo le salen alas para ir hasta esos lugares y momentos de los que
nunca quiso salir.
 
 
 
Olvido


Se me olvidó tu nombre,
no recuerdo
si te llamabas luz o enredadera,
pero sé que eras agua
porque mis manos tiemblan cuando llueve.


Se me olvido tu rostro y tu pestaña
y tu piel por mi boca transitada
cuando caímos bajo los cipreses
vencidos por el viento,
pero sé que eras luna
porque cuando la noche se aproxima
se me rompen los ojos
de tanto querer verte en la ventana.


Se me olvidó tu voz, y tu palabra,
pero sé que eres música
porque cuando las horas se disuelven
entre los manantiales de la sangre
mi corazón te canta
 

CARLOS MEDELLIN (Colombia 1928 – 1985)